Portada Opin@r
Reportajes y Entrevistas  

Portada Opin@r

Información General y Opinión
Cultura, Ciencia y Sociedad
Deportes
Denuncia

 


ANDRÉS GARRIDO


Un momento del magisterio de Tom Harrell (foto: Goio Villanueva)
Un momento del magisterio de Tom Harrell (foto: Goio Villanueva)
 

XV FESTIVAL DE JAZZ DE SAN JAVIER

Magisterio de Tom Harrell y espectáculo desbordante de Dana Fuchs en Jazz San Javier

La belleza de Dana Fuchs es patente (foto: Goio Villanueva)
La belleza de Dana Fuchs es patente (foto: Goio Villanueva)

Cuando una persona como Tom Harrell sabe vencer las dificultades que la vida le ha puesto en el camino, no hay por menos que tener hacia él un reconocimiento. Pero cuando además de vencer las dificultades Harrell ha resultado ser un gran compositor e instrumentista, avalado por su amplia obra, los que amamos este género musical nos rendimos ante esta leyenda viviente. Junto a su quinteto, Tom Harrell volvió a dejar constancia en Jazz San Javier de su enorme maestría y saber estar. Esta quinta jornada del XV Festival marmenorense tuvo, en su segunda parte, otros tintes que han complementado la música norteamericana como es el rock, blues y soul. Su artífice fue la desbordante Dana Fuchs, que supo levantar el público de los asientos a bailar y disfrutar del auténtico espectáculo. Una noche increíble, que paso a relatarles.  

En su primera visita, allá por 2009, Tom Harrell dejó un concierto en Jazz San Javier que aún se recuerda. Y es así porque a pesar de que llegó con un problema serio en uno de sus ojos (del que fue tratado horas antes del concierto), su actuación no pasó inadvertida y puso un nivel de profesionalidad en el escenario del Parque Almansa que es difícil de superar, teniendo en cuenta aquellas circunstancias. Por lo tanto, no es de extrañar que esos aficionados que denomino cariñosamente “pata negra” se decantaran por volver a ver a este maestro, sencillo pero grande a la vez. Su inmóvil figura cuando espera su turno para volver a intervenir en cada tema pareciera la que Cervantes describe en El Quijote, pero cuando entra en acción, Tom Harrell dibuja al perfecto caballero de la música con su toque singular, tanto en la trompeta como en el fiscorno. Y las notas que salen de sus instrumentos las clava. No da ni una desafinada o mal sonante.   

El comienzo de este concierto de viernes en la noche se inició con una calurosa acogida de esos aficionados que, de entrada, dejaron las cosas claras en cuanto a su respeto por el maestro Harrell y su quinteto. Una larga genuflexión del trompetista, como agradecimiento por la acogida antes de que sonara la primera nota de “The Time Of The Sun”, para arrancar los primeros aplausos calurosos de la noche cálida de San Javier y continuar con “Holiday” y “Bouquet”, donde cambió el fiscorno por la trompeta. Tres piezas que lograron extasiar al público del Parque Almansa que, una vez más, rendía su reconocimiento al trompetista de Urbana, Illinois.  

El quinteto de Tom Harrell (foto: Goio Villanueva)
El quinteto de Tom Harrell (foto: Goio Villanueva)

Y es que Tom Harrell ha sabido mantenerse en el tiempo, frente a corrientes y modas, que las ha habido en el jazz. Su música es fluida y sencilla; o al menos así lo parece. Pero es que todos los grandes saben hacer las cosas sencillas. Harrell ha sido músico de otros nombres de la Historia del Jazz. Por citar algunos, Woody Herman, Horace Silver, Lee Konitz, Bill Evans (el pianista, que no el saxofonista) o Sam Jones. Pero desde 1989, Harrell mantiene su propio quinteto con los mismos músicos, con los que ha grabado gran cantidad de discos. Su obra musical –tanto personal como para otros artistas– es extensa y se ha publicado en diversas ocasiones. Como se puede apreciar, Harrell posee un bagaje amplio y sin espectacularidad, aunque con muchísimo material para todo aquel que desee aprender.  

“Desert Blue”, “G.T.” y “Journey To The Stars” fueron otras piezas de su concierto, en las que todos sus músicos tenían su momento de gloria y, a la vez, conformaban un grupo compacto, seguro y exquisito (es la mejor definición que describe lo que se vio y escuchó). Por cierto, que al término de esa preciosa balada titulada “Journey To The Stars”, interpretada por Harrell y el pianista, el auditorio se puso en pié aplaudiendo y vitoreando a este músico, que ejerce su magisterio con la misma tranquilidad con que prepara sus partituras o camina. Un quinteto que completan Wayne Escoffery, saxo tenor; Danny Grisett, al piano y teclados; Ugonna Okegwo, en el contrabajo; y el no menos “delicado” baterista Adam Cruz –que sustituía al anunciado Jonathan Blake–, a los que Tom Harrell fue presentando antes de la citada balada.  

El concierto finalizaba con “Let The Children Play”, que ponía un broche apropiado a una demostración fehaciente de cómo se puede hacer jazz de calidad y altura, de manera sencilla y, repito una vez más, magistral. El público no paró de aplaudir y pedir un bis por espacio de cinco minutos, con gritos de “¡Bravo, bravo!”. La calidad hay que saborearla despacio y todo lo que se pueda y, por ello, el auditorio quería un poco más de ese exquisito pastel que elaboró el quinteto de Tom Harrell. Y del que dio una parte más a ese auditorio con “We”, correspondiendo al cariño y conexión con que le habían acogido en ambas visitas a Jazz San Javier. 

El grupo que lidera la cantante Dana Fuchs (foto: Goio Villanueva)
El grupo que lidera la cantante Dana Fuchs (foto: Goio Villanueva)

La segunda parte fue totalmente opuesta a este concierto de Tom Harrell, pero complementaria para tener una fotografía amplia de la música norteamericana. El rock, blues y soul fueron el círculo en el que se movió la cantante Dana Fuchs, quien salió al escenario como un torrente y descalza, como hiciera en la jornada anterior la escocesa Alyth McCormack. En español dio las buenas noches y el público contestó de inmediato, respondiendo el grupo a continuación con el primer tema, “Love To Beg” (que da título a su último disco), como la primera demostración del tributo de esta arrolladora cantante a la recordada Janis Joplin.  

Ese disco –publicado el pasado año– es una combinación de rock, soul, góspel y blues; vamos, buena parte de la música norteamericana. Y fue escrito junto a John Diamonds durante la gira que realizaron en 2010. En él se puede apreciar la energía visceral de Dana Fuchs que, como se pudo comprobar en el escenario de Jazz San Javier, traslada a sus conciertos en directo con más brío si cabe. Y vaya si lo hacía. Con temas de sus más recientes discos, como “Faster Than We Can”, “Almost Home”, “Songbird” o “Keep On Rolling”.  

Dana Fuchs no da espacio a la duda del público, al que anima en cada inicio de una canción porque no quiere que se pierda ni un solo instante de esa maravillosa conexión que se produce entre el músico y su público. Es una artista incansable en el escenario, como lo demostró a lo largo de la hora y media de concierto. Animaba al público y a sus músicos, con los que mantenía momentos de auténtica complicidad en aquellas partes de las piezas en las que cada uno de ellos tenía su momento de gloria. 

Los descalzos pies de Dana Fuchs (foto: Goio Villanueva)
Los descalzos pies de Dana Fuchs (foto: Goio Villanueva)

Temas de blues, rock-country o soul que Dana Fuchs iba intercalando inteligentemente para que la fiesta no decayera. Títulos tales como “Bible Baby”, “God's Song”, “Superman” y “Helter Skelter”; esta última, con momentos para unos espectaculares solos del bajista, Walter Latupeirissa, y del baterista italiano de Toscana, Piero Perelli. Nada más acabar el último golpe percusivo de Perelli, John Diamond soltó las primeras notas de “Whole Lotta Love”, de Led Zeppelin, ocasionando un grito unánime de alegría y con el que terminó su concierto, dejando enfervorizado a un auditorio absolutamente entregado a esta cantante norteamericana que, insisto en ello, es todo un torbellino. Tanto insistió el público, que Dana Fuchs y su grupo regresaron al escenario para regalar una bella balada de amor: “Misery”. Y otra más, “Set It On Fire”, de regreso a la locura rockera de esta mujer que tiene, sin duda, un magnetismo especial para el espectáculo y una belleza natural, tanto por fuera como por dentro.  

En resumen, una noche fantástica de viernes (como dirían los norteamericanos), en la que pudimos aprender más sobre el jazz con el magisterio sublime del trompetista Tom Harrell, para dejar paso después a nuestros más desatados instintos de diversión y felicidad absoluta, que nos proporcionó una cantante norteamericana, Dana Fuchs, de la que oiremos hablar mucho más en muy pocos años. Seguro.   

La sexta jornada –haciendo honor al cartel y espíritu de esta XV edición de Jazz San Javier– está dedicada a la mujer en sus dos conciertos. Primero con Dayna Kurtz, una mujer que gana mucho en sus interpretaciones en las distancias cortas. Y el auditorio del Parque Almansa reúne esas condiciones. La segunda parte nos proporcionará la primera visita a este festival del grupo que lidera la baterista Terri Lyne Carrington (integrado todo él por mujeres), con la invitación expresa de Terri a la Dama del Jazz en estos momentos: Dianne Reeves. ¡Vaya noche de estupendo jazz que nos espera! Para todos aquellos que no puedan asistir al Parque Almansa, se lo contaremos con todo lujo de detalles en OPINAR. 14 julio 2012

Dana Fuchs en estado puro (foto: Goio Villanueva)
Dana Fuchs en estado puro (foto: Goio Villanueva)

 


OPI

Portada  Información General y Opinión  Cultura, Ciencia y Sociedad
Reportajes y Entrevistas  Deportes  Denuncia


© OPIN@R.
© Cada uno de los autores de los artículos o fotografías.

Las personas interesadas en publicar sus colaboraciones en OPIN@R o ponerse en contacto con la Redacción,
tienen a su disposición la siguiente dirección de correo electrónico:
Teclee esta dirección en su programa de correo electrónico