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Portada Nº Marzo 2005
Cultura, Ciencia y Sociedad
Sección General


SILVIA GARCÍA BURGUILLO


Casados con el Banco

Según el Observatorio Joven de Vivienda elaborado por el Consejo de la Juventud, la vivienda ha subido cinco veces más que el salario medio de un joven durante los últimos tres meses. Un hecho que hace comprensible que tan sólo 4 de cada 10 puedan permitirse la tan ansiada emancipación.  

De acuerdo con los datos del último “Estudio Joven de Vivienda”, en el último trimestre la vivienda en España ha subido un 17,42 por 100 frente a un 3 por 100 de incremento en el salario de un joven. Actualmente, el esfuerzo para acceder a ella ha alcanzado más de la mitad de sus ingresos el 50,8 por 100, y el precio casi duplica el máximo tolerable en una mujer.  

Teniendo en cuenta estos datos, no es extraño que seis de cada diez jóvenes entre 18 y 34 años sigan aún en casa de sus padres. En muchos casos, por no tener otra posibilidad al alcance.  

Los precios para poder volar del nido se encuentran por las nubes. El caso más ilustrativo se encuentra en la Comunidad de Madrid, donde el coste de una vivienda equivale a 11 años íntegros del salario medio de un joven (14.926,93 euros anuales, menos de dos millones y medio de las antiguas pesetas). Una nómina que se encuentra muy por debajo de la media europea y que, aunque a algunos pueda parecerles de lo más normal, se convierte en una verdadera pesadilla para aquellos que se han casado sin ser partidarios del matrimonio con el banco. El ejemplo lo tenemos en los propios madrileños, cuyo metro cuadrado de vivienda nueva está en 1.671 euros, mientras el interés de un crédito a 20 años sobre 120.000 euros es de un 2,32 por 100. El candidato a propietario de la capital deberá,  por lo tanto, pasar más de una década invirtiendo su salario íntegro en el pago de la deuda adquirida en la compra de una vivienda libre de unos 100 metros cuadrados. No es sorprendente, pues, que los jóvenes permanezcan en el hogar familiar hasta que la situación económica se lo permita, en lugar de lanzarse al vacío de las terribles hipotecas.   

Pero las razones de este retraso en la marcha del hogar no se limitan al precio de la vivienda, siendo múltiples y muy variadas tanto por edad como por sexo, aunque no todas son las que podríamos pensar. Así, junto con la insuficiencia de recursos económicos, las dificultades para encontrar un buen empleo y, cómo no, la duración de los estudios, nos encontramos con que es la conocida desigualdad laboral del sexo femenino la dificultad de ascensos y puestos de mayor responsabilidad a los del hombre la que marca la diferencia. Pese a lo que cabría de esperar, las cosas cambian. Son las mujeres, y no los hombres, las que elevan el número de emancipados en nuestro país en un 42 por 100 frente a un 32 por 100, siguiendo la tradición de nuestros vecinos europeos.   

Teniendo en cuenta todos los inconvenientes de hacer “puenting sin red”, una de las pocas alternativas de las que los jóvenes disponen es la de compartir piso. Una alternativa que permitiría la emancipación y la reducción de los gastos, ya que de este modo la dedicación monetaria sería de un 45,2 por 100 del total de los recursos financieros en el acceso a una vivienda. Un alivio, si tenemos en cuenta  que para los menores de 24 años que viven solos ese gasto supone el 64,2 por 100 de los ingresos, y que en el caso de las mujeres también sobrepasa el 50 por 100. Aunque lo cierto es, no caigamos en el error, que en nuestro país aún no existe cultura de alquiler porque apenas existe cultura de movilidad, el arrendador tiene miedo de no rentabilizar a corto plazo su inversión e, incluso, se expone a estar más de dos años sin ver un céntimo de sus inquilinos.   

En definitiva y sin tener en cuenta el incremento de las viviendas de segunda mano, la situación inmobiliaria cada vez se complica más para los jóvenes, que se ven anclados en el sillón familiar a la espera de que su situación mejore, les toque la lotería o los representantes políticos se caigan de la burra. ¿Aún alguien duda de por qué los jóvenes continúan en casa? 24 enero 2005     

 


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